Mental

La pobreza mental viene dada por una vida sin valores, con un gran vacío moral, viviendo una vida sin contenido, sin compromiso consigo mismo y con su sociedad, sin educación y más aún sin siquiera buscarla, etc.

Todo lo mencionado excluye al ser humano de una vida armónica y productiva en lo social, económico, y cultural que le permita encontrar la felicidad anhelada; para salir de la pobreza también se requiere salir de la pobreza mental.

Cuando estudiamos algunos autores sobre este tema encontramos algunos como Enrique Rojas que en su libro " El Hombre Light ", nos indica: " Frente al hombre light, sin perspectivas, propongo al hombre comprometido, y con perspectiva ante el futuro.

Este que con su misma vida es un acicate ejemplar para otros, ejemplo vital de teoría y práctica. Así el hombre evita esa melancolía del Ecuador de la existencia, consecuencia de haber tenido una vida sin norte, insustancial, descomprometida, egocéntrica y el principio del placer".

Carl Rogers uno de los visionarios de la psicología del hombre del mañana, en sus libros nos señala, que el hombre del futuro tiene que tener ciertas cualidades como: sinceridad interna y externa, deseo de autenticidad, escepticismo en cuanto la ciencia y la tecnología, aspiración a la totalidad, el deseo de intimidad.

Ser personas-proceso, personas cariñosas, con actitud de cuidado a la naturaleza, anti institucionales, con autoridad interna, las cosas materiales carecen de importancia y remarca el anhelo de lo espiritual.

Toda institución o persona conciente de la búsqueda de calidad de vida material y espiritual, tiene que cultivar las cualidades mencionadas para contribuir a mejorar su vida y a conseguir un mundo mejor.

Actualmente, en nuestro país se convive entre las dos pobrezas, hecho este que alimenta el conflicto social, la violencia que se ha instituido, la corrupción, la migración del campo a la ciudad, la falta de solidaridad, la improductividad, etc.

Todo lo mencionado pone en riesgo la estabilidad social y económica de nuestra democracia. Creemos firmemente que en la erradicación de la pobreza de manera integral, enfrentándola tanto los gobernantes como los gobernados, nos jugamos el destino de nuestra patria.